31 oct 2012

Nuestra historia en 90 segundos


Aunque se titule Our Story in 1 Minute este vídeo de melodysheep en realidad dura más bien minuto y medio, 90 segundos en los que se recorren los aproximadamente 13.700 millones de años de historia de nuestro planeta y de nuestra especie.

Con el permiso de los creacionistas, claro, muchos de los cuales creen que la Tierra apenas tiene unos 6.000 años.



(Vía Universe Today).


.

28 oct 2012

La orquesta de vegetales: música para vegetarianos


Instrumentos hechos de vegetales tocan música orquestada por un grupo de Viena: The Vegetable Orchestra; música para vegetarianos radicalmente orgánica y sustentable.


.

Síntomas de una sociedad despierta

La madurez de una sociedad, casi en sentido kantiano, puede alcanzarse en la medida en que esta se da cuenta de las circunstancias que obstaculizan su desarrollo y la consecución de la verdadera libertad.


   The Imaginary Foundation Print   

Cuando pensamos en la evolución humana, nuestra mente tiende a vagar de vuelta a los miles de años que le llevó a la selección natural para producir el hombre de hoy en día. Pero existen diversas pruebas de que seguimos actualizándonos como especie. Una nueva investigación sugiere que, a partir de la tecnología moderna y la industrialización, los seres humanos no sólo estamos evolucionando, sino que lo estamos haciendo incluso más rápido que antes. En ésta última era de la información, el ritmo de nuestra evolución se ha acelerado, ha sido el escenario óptimo para una rápida evolución del cerebro y de cómo procesamos datos. Hoy en día estamos tratando de asimilar tanta cantidad de datos en 24 horas como la gente solía hacerlo en toda una vida, esto ha generado a una sociedad altamente crítica, hiperactiva e  hipersensibile a la información. Es muy claro que estamos realizando una transición como especie. 
En los últimos años se han realizado diversos estudios que comprueban una revolución de la consciencia colectiva, y para éste 2012 se han sugerido diversas teorías para explicar el fenómeno, algunas con sustento científico y otras volcando la atención a las interpretaciones que han surgido de las predicciones mayas.
Mientras muchos continúan investigando la exactitud de las diversas explicaciones que se atribuyen a éste “despertar” colectivo, no puede pasar desapercibido el que muchas personas están finalmente tomando conciencia de cosas que aparentemente permanecían ocultas durante tanto tiempo. Por supuesto, este despertar no es un proceso repentino. Se necesita tiempo para ir descubriendo las muchas capas ilusorias para finalmente llegar a la esencia de las verdades últimas.
A continuación los diez síntomas que sugieren el despertar de la sociedad:
1. Conocemos que no hay diferencia significativa entre los principales partidos políticos: Es muy fácil quedar atrapado en el debate entre izquierda-derecha y creer que hay una diferencia entre los principales partidos políticos. Sin embargo, el debate es una cosa, mientras que las acciones son otra. “Por sus obras los conoceréis”, y es indiscutible que no hay una diferencia significativa entre los partidos políticos al momento de la acción sobre los temas más importantes.
2. Conocemos que los bancos centrales e internacionales son el motor de nuestros problemas económicos: La esclavitud a la deuda es la fuerza totalitaria que amenaza a toda la humanidad. Cuando un pequeño grupo de personas tiene la capacidad de crear riqueza de la nada y cobrar intereses sobre la misma, adquieren la capacidad de esclavizar al planeta a pesar del tipo de gobierno que un país diga tener.
3. Conocemos que las guerras preventivas no son necesarias: Cuando nos damos cuenta de que la legítima autodefensa es la única forma aceptable de violencia, entonces nos convertimos en seres humanos despiertos. Sugerir una guerra porque alguien es diferente a nosotros, o por que pueden suponer una amenaza en el futuro es simplemente absurdo. Nadie quiere una guerra, excepto por los poderes inmorales que se benefician de ella.
4. Tenemos conocimiento de los intentos sistemáticos para envenenarnos: Es cierto que hay mucho que aprender en términos de cómo estamos siendo secretamente envenenados. Es probable que con el propósito deliberado del embrutecimiento social y, en última instancia, para el sacrificio de la población. Podríamos pensar: ¿Existe alguien tan peligroso que quiera hacer esto a gente inocente? En el momento en que comenzamos a buscar la respuesta a esa pregunta, estamos un paso más cerca del despertar.
5. Entendemos que el gobierno no puede, ni debe legislar moralidad: Cuando nos damos cuenta que la función del gobierno es sólo proteger nuestra libertad y trabajar por el bienestar de los ciudadanos, despertamos. Debería existir tan sólo una ley moral: No hacer daño. Por lo tanto, es imposible que el gobierno obligue el cumplimiento de la moralidad con armas de fuego, jaulas, e impuestos, porque claramente causan daño severo a nuestra libertad y bienestar.
6. Conocemos que los medios de comunicación son manipulados por la elite gobernante: Un número cada vez menor de personas aún cree realmente lo que escuchan a través de los medios mainstream como si fuera un evangelio, inclusive aún cuando ya conocen que son comprados y pagados por los controladores de la élite. Sin embargo, reconocer que no son nada más que una máquina de propaganda y una forma de control mental, son los primeros pasos para ser capaces de pensar críticamente más allá de los mensajes que emiten.
7. Sabemos que nuestros vecinos no son nuestros enemigos, incluso si tenemos diferentes ideologías: Ésta es, quizá, la cosa más difícil de superar en el proceso del despertar. Pero es vital entender que nuestros vecinos han sido adoctrinados e hipnotizados tal como lo hemos sido nosotros, hasta que de alguna forma logramos reconocer las inconsistencias en nuestros pensamientos y creencias. La mayoría de sus ideas no son las suyas. Ellos están sufriendo igual que el resto de nosotros. En algunos casos sus acciones nos pueden parecer perjudiciales, pero tanto la empatía como la compasión nos ayudan a eliminar los prejuicios que ponemos sobre lo que no entendemos. Ninguno de nosotros nació “despierto” y todos, siempre podemos aprender aún más de los otros.
8. Sabemos que el objetivo del poder es el control total del planeta Tierra: Una vez que entendemos que el final del juego para la élite gobernante es tener un control completo de todos los aspectos vitales de la sociedad a través de un gobierno mundial, una moneda mundial, de las fuerzas armadas internacionales, etc, es fácil de ver a través de las mentiras y la propaganda que rodean los acontecimientos mundiales más confusos. Nunca más volveremos a estar dormidos una vez que aceptamos ésta realidad.
9. Reconocemos que hay fuerzas universales que funcionan a favor de nuestro mundo físico: No importa que seamos personas religiosas, espirituales, científicas o simplemente curiosas, sabemos que existen muchas teorías acerca de una fuerza invisible y poderosa que rige nuestro Universo. Sólo al mantener una mente abierta a ésta posibilidad, estaremos continuamente atentos y agradecidos por las cosas que podemos ver, oír, gustar y tocar. La ciencia actual ha puesto de manifiesto que sólo podemos “ver” lo que el espectro de luz visible revela, lo que equivale a la más pequeña fracción de todo lo que teóricamente se puede ver en el espectro de energía. Parte de todo el despertar es darse cuenta que hay mucho más que es posible que imposible.
10. El poder de cambiar el mundo depende de nosotros mismos: Por mucho tiempo las personas se han concebido a sí mismos como débiles agentes de cambio, o que necesitan de más personas para cambiar su propio mundo. Sabremos que estamos totalmente despiertos cuando nos demos cuenta que tenemos un poder individual infinito para cambiar el mundo, simplemente por vivir el cambio que queremos ver. En primer lugar, tenemos que identificar los principios en los que creemos y después salir y vivir por ellos. Si tan sólo una pequeña minoría tomara medidas para generar éste nivel de consciencia, se sacudiría el establecimiento hasta su núcleo.

Twitter del autor:  Benjamin Malik/@BienMal_

.

24 oct 2012

Trabajos que nacieron en la era de internet

   Community managers, especialistas SEO: entérese quién es quié.   

Si antes un investigador se limitaba a recabar pruebas en la escena del crimen y miraba con lupa indicios y detalles en un escenario físico, hoy puede que siga haciendo lo mismo pero en cuentas de correos electrónicos o perfiles de Twitter.
Algo similar puede decirse de un experto en publicidad que hoy intenta promocionar su producto a través de Facebook o comprando una campaña en Google. Son viejos oficios con nuevos perfiles.
Internet y su influencia sobre la vida de la gente, así como la aparición de las redes sociales han transformado el ecosistema comunicacional y con ello han modificado algunas tareas tradicionales para actuar en un ámbito muchísimo más amplio y de mayores oportunidades y riesgos para empresas, marcas, instituciones y organizaciones.
Los nuevos especialistas no se remiten únicamente a los muy demandados community managers, técnicos en optimización en motores de búsqueda, o expertos en marketing.
BBC Mundo conversó con cinco profesionales que ejercen otros novedosos oficios digitales.

Superman se convierte en blogger

  • Clark Kent deja el diario en el que lleva trabajando toda la vida -concretamente desde 1940- para conservar su independencia como periodista.
  • Podría montar un diario propio o un blog.
  • El autor Scott Lobdell justifica la decisión y, de paso, critica el estilo de vida de Estados Unidos.

   Superman   

Clark Kent ya no escribirá en el Daily Planet. El hombre tras cuyas gafas se esconde Superman deja el diario en el que lleva trabajando toda la vida -concretamente desde 1940- para conservar su independencia como periodista.
 
Este cambio radical en la vida laboral de 'El Hombre de Acero' tendrá lugar en el próximo número del cómic. Concretamente será en la décimotercera entrega de la actual serie (Superman 'The New 52', lanzada hace poco más de un año) que escribe Scott Lobdell.
 
Kent tomará la decisión de dejar el diario de Metrópolis después de que un gran conglomerado multimedia se haga con el control de la publicación e imponga una línea editorial que choca con sus más hondas convicciones.
 
"Esto es lo que en realidad ocurre cuando un tipo de 27 años se sienta tras un escritorio y tiene que acatar las órdenes de una gran corporación que en realidad no tiene nada que ver con sus intereses", dice Lobdell en declaraciones a USA Today en las que, además, apunta lo siguiente: "Superman es posiblemente la persona más poderosa del planeta, pero ¿cuánto tiempo puede estar sentado en su escritorio con alguien respirando en su nuca que le trata como la persona menos importante en el mundo?".


Superman es posiblemente la persona más poderosa del planetaY dentro de la rebelión laboral que protagoniza Kent en su próximo número, Lobdell no oculta que tiene una parte favorita: "Cuando Clark llama a sus compañeros a defender la verdad, la justicia, y sí -no me avergüenzo de decirlo- del estilo de vida estadounidense". Así lo proclama el escritor que, ni corto ni perezoso, asegura que "con sus defectos, hay un montón de cosas buenas que decir acerca de Estados Unidos y el estilo de vida americano".
 
En cuanto al futuro profesional de Superman, que abandona el Daily Planet junto con su compañera Cat Grant, el escritor cree que seguirá ejerciendo su faceta de periodista. Pero posiblemente no será fichando por otro medio de comunicación, sino montando el suyo propio o, por qué no, escribiendo en su blog.





.

22 oct 2012

La historia del copyright

Vi en el blog de Rick Falkvinge  un artìculo muy ilustrativo y su fantástica serie sobre la historia del copyright, siete capítulos escritos a principios del pasado 2011. Hoy me los he vuelto a encontrar en un enlace en Twitter, y me he pasado un rato repasándolos con la recomendable continuidad que aconseja su lectura.
Son de verdad profundamente recomendables, algo que todo el mundo debería conocer para entender cómo hemos llegado hasta aquí en todo lo relacionado con la propiedad intelectual, los derechos de autor y una batalla que trasciende con mucho todos los elementos y argumentos superficiales que suelen utilizarse habitualmente en su discusión. Así que me he decidido a dedicarles una entrada para asegurarme, cuando menos, de tener todos los enlaces reunidos en un mismo sitio.
(Tampoco sabía que había traducciones disponibles en español: no son especialmente buenas, si puedes es más recomendable leer los artículos en inglés, pero añado los vínculos en cualquier caso.)
Esta es la serie:

Una lectura ideal para poner las cosas en su sitio y para tener criterio con respecto a la muy necesaria reforma que, sin ninguna duda, nos disponemos a vivir.

.


Salto desde la estratosfera

Así lo vivió Baumgartner




Felix Baumgartner saltó una sola vez, pero su hazaña se repitió en tantas portadas de periódicos y pantallas digitales, la zambullida en la estratosfera fue tan rentable en términos de marketing, que la sensación era la de un salto mútiple e infinito. Varios días después de su hazaña continúan llegando imágenes de su salto infinito. Esta vez desde la cámara que el deportista llevaba acoplada a su cuerpo.
"Un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para el marketing de las bebidas energéticas", rezaba un "tweet" tras el salto desde una cápsula a 39 mil kilómetros de altura que terminó con el aventurero de 43 años aterrizando a la perfección, caminando, en un suave descenso con paracaídas.
En su vuelo hacia el planeta Tierra y el desierto de Nuevo México, Baumgartner quebró tres de los cuatro récords posibles, entre ellos el de romper a 1.342,8 kilómetros por hora y sin ayuda mecánica la barrera del sonido. Pero hubo un cuarto récord que escapaba a su control, el de millones de personas enamoradas de su loca aventura en una tarde/noche de domingo.



.

19 oct 2012

Nacen las ‘Humanidades digitales’


La disciplina recrea extintas civilizaciones con interfaces virtuales, donde los testimonios de desastres se juntan en bases interactivas de datos



¿Qué tienen en común las pirámides de Giza en el antiguo Egipto con los manifestantes que usan Twitter en El Cairo actual? ¿Cómo influyeron los escritos de Tomás de Aquino en un campo que hoy en día usa los programas de captura del movimiento de películas como Avatar?
Las respuestas a estas preguntas se encuentran en una disciplina relativamente nueva conocida como humanidades digitales, en la que pueden recrearse civilizaciones que han desaparecido hace tiempo como interfaces virtuales, y en la que el testimonio personal de guerras, desastres y revoluciones se puede juntar en bases de datos interactivas.
“Hasta hace bastante poco, este campo solía llamarse ‘informática de humanidades”, señala Jeffrey Schnapp, cofundador de metaLAB en el Centro Berkman para Internet y la Sociedad de la Universidad de Harvard. Según Schnapp, el campo se originó en 1949, cuando un sacerdote jesuita convenció a Thomas Watson, fundador de IBM, de que financiara su trabajo de recopilación para crear un catálogo informatizado y con opción de búsqueda de los escritos de Aquino.
La investigación “se difundió”, durante décadas, indica Willard McCarty, catedrático del departamento de humanidades digitales del King’s College de Londres. “Luego, cuando se inventó Internet, a principios de los noventa, la gente empezó a poner todo tipo de material en la Red. Y de repente podías tener acceso a manuscritos e imágenes que solo podían ser vistos si recorrías toda Europa”.

Un archivo ya no es un montón de cosas; es un lugar donde podemos hacerlas
En el sótano del recinto del Museo Peabody de la Universidad de Harvard, Peter der Manuelian, catedrático de Egiptología, prácticamente hace volar a los estudiantes por encima de la línea de los árboles hasta la meseta de Giza como era en el año 2500 antes de Cristo, en la época del faraón Khufu. “Esta es una extensión del trabajo tradicional que hacíamos, en el que tratábamos de reunir toda la documentación más antigua de Giza, que es probablemente el yacimiento arqueológico más famoso del mundo”, explica.
“Teníamos antiguos negativos en placas de vidrio y notas de campo que databan de la primera expedición del Museo de Bellas Artes de Harvard en 1904”, indica. “Queríamos que este material se pudiera usar más, y consultamos a Dassault Systèmes, una empresa francesa de modelado gráfico en 3D”.
El resultado de esa colaboración es Giza 3D, un entorno virtual envolvente lanzado en mayo que deja que los visitantes escuchen los ritos funerarios de Khufu, se deslicen por las olas en el antiguo puerto de la ciudad o caigan dentro del pozo funerario de una pirámide que no ha sido visitado por los humanos desde hace más de 100 años.
Con aportaciones de expertos de Alemania, Estados Unidos, Italia, Austria y Egipto, el proyecto “es un portal completamente nuevo para realizar investigaciones”, asegura Der Manuelian.
Ciudad de Uruk, una colaboración entre la Universidad de Western Sydney en Australia y la Federación de Científicos Estadounidenses, difumina los límites entre las humanidades y las ciencias. Los científicos informáticos, usando la misma tecnología de captura del movimiento empleada en Avatar, trabajaron con historiadores para recrear una ciudad sumeria de 3000 antes de Cristo.
A primera vista, el Archivo de la Primera Guerra Mundial de la Universidad de Oxford parece menos llamativo: una colección de cerca de 6.500 artefactos relacionados con la Primera Guerra Mundial, que van desde las postales y las fotografías hasta una pierna de madera hecha para un soldado esloveno herido en el Frente del Este. Pero tanto la colección como su exposición habrían resultado imposibles sin Internet. Los ciudadanos fueron invitados a enviar contribuciones en 2008, cuando se puso en un archivo digital.
El Valle de las Sombras, un proyecto desarrollado por el Centro de Historia Digital de la Universidad de Virginia, también se centra en las experiencias de gente normal y corriente en época de guerra y en los diarios, las cartas, los discursos, los registros de las iglesias y los periódicos del condado de Augusta, Virginia, y del condado de Franklin, Pensilvania, durante la guerra civil americana.
“El trabajo que a un experto solía llevarle semanas, y para el que tenía que realizar viajes a tres bibliotecas diferentes, yo lo puedo hacer ahora desde mi ordenador portátil en cinco segundos”, dice Schnapp. Señala el archivo de Harvard de los desastres japoneses que reúne los registros del Gobierno sobre el terremoto, el tsunami y el accidente nuclear de 2011 con entradas en microblogs, vídeos de YouTube, blogs y testimonios de supervivientes.
Otro ejemplo es Hiperciudades Egipto, un proyecto desarrollado en la Universidad de California, Los Ángeles, que archiva y clasifica tuits de El Cairo. Permite leer lo que se está diciendo en tiempo real, y viajar hasta cualquier fecha desde el 30 de enero de 2011, pocos días después del inicio de las manifestaciones en la plaza Tahrir.
Según Schnapp, la explosión del cambio tecnológico ha transformado la naturaleza del aprendizaje —y de las universidades— de una forma que solo estamos empezando a entender. “Un archivo ya no es un montón de cosas; es un lugar donde podemos hacerlas”, asegura.

.

Estar en el mundo


Hay gente que parece controlar su destino, invierte en la vida social, la frecuenta, la manipula


Las teorías genéticas ponen cada vez más difícil la creencia en una voluntad personal, y de mil variadas maneras regresan a la antigua idea de destino, ese dios irónico y torvo que los griegos colocaban en la cúspide de su mitología sagrada, por encima de los dioses olímpicos y hasta por encima del universo: el destino.

Los griegos fueron la adolescencia de la cultura occidental, más que el origen, y en la adolescencia solemos creer en el destino más que en el esfuerzo personal. Dentro de la estereotipada idea del triunfo que circuló en los años veinte del siglo pasado, Fitzgerald decía que si triunfabas a los 20 años podías pensar que todo en ti era destino. Si lo hacías a partir de los 30 tendías a pensar que en tu caso había habido mucho destino, pero también mucha voluntad personal, y si triunfabas en la madurez o en la vejez te olvidabas por completo del destino y justificabas tu éxito únicamente a través del esfuerzo personal, del trabajo, de la voluntad, del no haber cedido nunca a la derrota y de haber luchado en definitiva contra lo que parecía que era tu verdadero destino. Y si a ese vetusto triunfador le preguntasen dónde cree que está el destino y dónde se manifiesta su poder, posiblemente diría: “Mire, querido amigo, he pasado toda mi vida luchando contra mi propio destino. ¿Sabe usted qué pienso sobre el destino? Pienso que es eso contra lo que hay que luchar y no algo que hay que asumir”.
Con independencia de la sustancia que tenga para cada cual la idea de destino, sí que sentimos que en este gran teatro del mundo al que nos arrojan al nacer, hay personas que parecen controlar de algún modo su destino, y hasta juegan con él, mientras que otros muchos parecen resignados a padecerlo. Los que parecen controlar su destino pueden tener sus momentos de trabajo solitario y soledad reflexiva, pero al mismo tiempo invierten en la vida social, la frecuentan, la manipulan a veces, la disfrutan, y hasta creen entender las vísceras del sistema pues a veces tienen información muy privilegiada. Están en el mundo.
Balcells me habló de Fuentes y Vargas Llosa como ejemplo de escritores que estaban en el mundo
Dentro del variado universo de los escritores, pueden caber las dos clases de seres y las dos clases de vinculación con el destino. Una tarde de verano, Carmen Balcells me estuvo desvelando qué escritores de su agencia estaban en el mundo y qué escritores estaban en los cerros de Úbeda y los arenales de Babia. Por mera prudencia, preferí no preguntarle en qué lugar de esa geografía fantástica me colocaba a mí. Ante la naturaleza fascinante de sus revelaciones, mi caso dejaba afortunadamente de existir. Fue una gran lección de sociología y mundología la que me dio Carmen Balcells en aquella ocasión, mientras devoraba unos bombones suizos de excelente factura que le acababan de regalar y que sabían a gloria. Lo pude comprobar cuando adelantó hacia mí la caja como una emperatriz de Constantinopla y me habló de Carlos Fuentes y de Vargas Llosa como ejemplo de escritores que estaban en el mundo.
También me habló de escritores que no estaban en el mundo, que habían sucumbido a la depresión, al alcohol, a “la locura negra que todo lo ve gris”, según expresión de Rubén Darío, de escritores que en realidad nunca habían estado en el mundo y que, sin embargo, sobrevivían. Tendían a ser más abstractos, más elípticos, retorcían más el lenguaje, o lo purificaban más o lo destruían más. A veces se suicidaban.
Años después de aquella conversación estival con Carmen Balcells, leí en este mismo periódico un artículo de Tomás Segovia que trataba divinamente bien el problema y hablaba con cierta admiración irónica de los que se atrevían a “estar en el mundo”. No tenían por qué ser arquitectos, siempre tan vinculados al poder, podían ser novelistas o poetas, que se movían por el mundo como Pedro por su casa, trataban con mandatarios supremos, con presidentes de muchos comités, con ministros, con millonarios, con intelectuales orgánicos e inorgánicos de todas las latitudes, y en no pocos casos ganaban el Nobel. Churchill, por ejemplo, ganó el premio Nobel de Literatura. Parece totalmente increíble pero sucedió. Churchill sí que estaba en el mundo. En una ocasión un joven le preguntó sobre el destino. Churchill encendió un puro, cogió la caña y la cesta que reposaban sobre el suelo y dijo: “Nunca me ocupo de asuntos tan abstractos, hijo. Me voy a pescar”. Esto, por supuesto, me lo acabo de inventar, pero cuadra con el personaje.
En el artículo mentado, Tomás Segovia se colocaba en el bando de los que no están en el mundo, de los que no estrechan la mano de mandatarios supremos y presidentes de muchos comités, y andan como flotando por ahí, a merced del mundo más que interviniendo en él.
En parte tenía razón y en parte no. Tomás Segovia, que había nacido en Valencia y que se había exiliado en México con sus padres a los 14 años, ya al final de la guerra civil, regresó a España en los años ochenta y con la mejor voluntad de encontrar una patria. Pocos detectaron su presencia y acudieron a él, a pesar de que era un sabio excelso, delicado y tremendamente generoso.
La última vez que lo vi fue en Berlín, en una reunión de escritores españoles y mexicanos. Segovia no sabía dónde colocarse, si con los españoles o los mexicanos. Realmente no lo sabía y pasó por momentos de angustia e incertidumbre. Finalmente, se colocó en la mesa de los mexicanos, en parte porque lo llamó una mujer de la organización que lo estaba viendo sufrir.
El caso más llamativo a este respecto ha sido últimamente el de Julian Assange
Todo esto es verdad, pero también es verdad que Tomás Segovia sabía colocarse en el corazón más íntimo del mundo, y desde allí desvelar su luz y su oscuridad. Pero por supuesto no era Carlos Fuentes. En México Carlos Fuentes parecía el omnipresente. Mis temporadas en México siempre han coincidido con la feria del libro de Guadalajara, y toda vez que paseaba por la feria y miraba alguna de las televisiones que me salían al paso, allí estaba Carlos Fuentes pontificando, con ese estilo amable y diplomático que lo caracterizaba. Allí estaba Carlos Fuentes reinando en la res publica como quien dice, reinando en la realidad además de reinar en la literatura. ¿Por qué cerros de Úbeda andaría entonces Tomás Segovia? ¿Por qué arenales de Babia se estarían perdiendo sus pasos?
El que mejor definió lo que estamos diciendo fue probablemente Hölderlin en el poema que le hizo a Bonaparte y en el que encontramos dos versos muy reveladores dedicados a Napoleón: “Él no quiere vivir y morar en el poema, / es en el mundo donde vive y tiene su morada”. Dicho en otras palabras: Napoleón no quiere vivir en la escritura y para la escritura, Napoleón vive en el mundo, está plenamente en el mundo, y justamente por eso puede mover fronteras como quien mueve un biombo.
El caso más llamativo a este respecto ha sido últimamente el de Julian Assange. En muchos aspectos Assange representaba un príncipe de los nuevos tiempos, bastante audaz y acostumbrado a relacionarse con los poderosos, ante los que ejercía una oposición sesgada, vidriosa y bastante astuta, además de claramente maquiavélica en el mejor de los aspectos, con golpes de mano como los que aconsejaba el autor de El príncipe, destinados a darte fama de liberador. Podías pensar que era un hombre muy bien informado sin pertenecer por eso a la intimidad del poder, también veías a través de sus actos que el mundo digital iba a obligar a cambiar de arriba abajo los escudos secretistas del poder y hasta podía provocar una modificación del poder mismo. Evidentemente, eso era y es estar en el mundo, en el sentido en que lo podía entender Hölderlin, pero cuando uno está en el mundo de esa manera tan plenaria, teniendo al mundo por vasta morada donde siempre vas a encontrar admiradores, aliados y camas faraónicas para holgar gratamente, has de comportarte con la rectitud, la mesura, la discreción y la astucia del hombre de mundo dibujado por Gracián (el otro gran teórico del poder individual), a no ser que quieras que construyan frente a ti un muro y te priven de tu inmenso reino: el mundo.

Jesús Ferrero es escritor.

.

17 oct 2012

la neurociencia del poder de la voluntad: glucosa, ejercicio… y ¿magia?

Investigación científica sugiere que la voluntad es un recurso limitado que se agota en el cerebro –y no una fuente renovable–, ligada al consumo de glucosa; la filosofía y el ocultismo difieren en tanto que señalan que la voluntad, como la mente, se encuentra diseminada en el universo.



Algunas películas –quién no recuerda a Rocky Balboa levantándose de la lona y siempre reaccionando en el último round–  nos han hecho ver la voluntad humana como un recurso inagotable, que entre más se usa más se manifiesta –en una especie de lucha épica con nosotros mismos. Y aunque esta visión no necesariamente esté equivocada, neurocientíficos han propuesto una teoría que sugiere que la voluntad es un recurso cerebral limitado, ligado al consumo de glucosa.
En su libro Willpower: Rediscovering the Greatest Human Strength, coescrito con John Tiernet, el psicólogo Roy Baumeister plantea que la voluntad se alimenta de un suministro limitado de químicos que se acumulan en el cerebro:  es “una forma medible de energía mental que se consume al usarla, igual a la gasolina en un auto”. Baumeister llama a esto “agotamiento del ego” y se basa en un experimento realizado con estudiantes y galletas con chispas de chocolate. A algunos estudiantes se les permitió comer estas dulces tentaciones sin espera; a otros se les ordenó que se abstuvieran. Después, ambos grupos tuvieron que completar una serie de rompecabezas. Los estudiantes que habían sido forzados a resistirse a las crujientes galletas tiraron la toalla rápidamente y dejaron de resolver los rompecabezas. Los come-galletas, en cambio, se mantuvieron en el reto.
Existen numerosos estudios científicos, hasta 1000, en los que se sugiere que la voluntad está alimentada por la glucosa. De aquí surge la dificultad de bajar de peso, la paradoja de que para no comer se necesita voluntad, pero para tener voluntad se necesita comer (glucosa).
Tierney y Baumeister esbozan  una teoría de la administración de la voluntad: es importante llevarsela leve. Por ejemplo, si una persona logra no fumar una semana, se recomienda darle un descanso a la voluntad, dejar de apretar los controles, tal vez con una buena cena o consentirse de alguna forma. También se recomienda outsourcear la voluntad, encontrando, por ejemplo, a alguien que te motive a ir al gimnasio –cuando no tienes glucosa o los químicos de tu cerebro vuelan bajo tal vez él tenga una reserva. “Las personas con el mejor autocontrol no son los que lo usan todo el día. Son personas que estructuran sus vidas para conservarlo”. Uno pensaría, según dice Tierney, que las personas de gran voluntad  libran una lucha permanente, forzándose a levantar su puño de hierro (inflaqueable) pero: “Eso no es correcto. Lo que parece es que las personas con mucho autocontrol minimizan los problemas”.
¿Los niños que se resisten a los malvaviscos tienen mayor éxito en la vida?
El experimento seminal de la voluntad fue realizado en Stanford hace 40 años. 300 niños de 4 y 5 años fueron expuestos a ricos malvaviscos; podían tener uno inmediatamente o dos en 15 minutos. Se les dejó solos con los dulces y se les observó. Un pequeño grupo de los niños no pudo resistirse y tomó el dulce inmediatamente, otros aguantaron unos tres minutos y la tercera parte del grupo logró esperar los 15 minutos de la prueba. Aquellos que esperaron más, pruebas posteriores demostraron, tuvieron mejor desempeño en la escuela y lograron mejores resultados en pruebas psicométricas –incluso resultaron ser más populares y sanos. La voluntad es ciertamente una cualidad valiosa en múltiples formas, hasta más que uno de esos irresistibles dulces de todos los colores.
El dúo de Tierney y Baumeister, sin embargo, señala que la voluntad puede ejercitarse como si fuera un músculo. Baumeister hizo un experimento con un grupo de adultos a los que les pidió que hicieran una serie de ejercicios, como lavarse los dientes  o controlar una computadora con su mano menos diestra. Midió su “agotamiento de ego” antes y después y realizó una serie de pruebas de resistencia resolviendo anagramas: realizar los ejercicios aumento la voluntad de los participantes. “El comportamiento habitual trabaja en piloto automático. Para incrementar el poder de la voluntad, debes de sobreescribir el piloto automático y tomar control deliberado”, dice el psicólogo Baumeister. La voluntad en cierta forma es un juego oscilatorio entre saber obtener la fuerza del exterior –como quien surfea en el mar y cansado deja que las olas lo lleven a la playa– y detener ese dejarse ir cotidiano, para controlar con creatividad el timón.
La teoría de que la voluntad es un recurso limitado, que se alimenta de glucosa y no de un mar ilimitado  –y ubicuo– de energía mental  que solo hay que saber liberar, ha sido disputada por el investigador Greg Walton de Stanford, quien cree que se trata en alguna medida de una profecía autocumplida. “Entre más personas creen que el poder de la voluntad es un recurso fisiológico limitado, es más fácil de encontrar evidencia ostensible de que este es el caso”.
Michael Inzlicht, psicólogo de  la Universidad de Toronto, argumenta que, aunque es evidente que la glucosa mejora el autocontrol, también se sabe que estar en un estado de ánimo de felicidad, tener opciones en una situación o el hecho de estar poniendo atención, todo esto, puede mejorar el poder de la voluntad.
¿La panacea de la neurociencia o la conciencia más allá de la máquina?
Existe una tendencia en la neurociencia a encontrar una explicación directamente relacionada a la química del cerebro para todo tipo de fenómenos, desde la voluntad hasta Dios o la maldad. Sin embargo, esta visión de la realidad parece exhibir un reduccionismo, al concebir a la conciencia como un fenómeno enteramente localizado en el cerebro, un subproducto de la materia cerebral o de las conexiones neurales, limitado a este complejo órgano. Es decir todo lo psicológico tiene una explicación meramente fisiológica. Aunque todo fenómeno psíquico pueda tener una contraparte física, esto no significa necesariamente que lo físico es la causa y realidad única de lo que sucede.

Una concepción distinta a la que propone la neurociencia, se encuentra en la filosofía y en la magia. En la obra de Arthur Schopenhauer, tenemos una oposición entre el mundo de la voluntad y el mundo de la representación: la voluntad siendo una especie de realidad metafísica que se desobla en el mundo material y la representación una ilusión , una pobre manifestación de esa misma voluntad en el mundo cotidiano. “La voluntad es el fondo en sí de la naturaleza fenomenal…  es la esencia íntima de todas las cosas… la voluntad como cosa en sí no es su causa sino la esencia misma de las cosas”, escribió el filósofo alemán que incursionó profundamente en los Vedas.  La voluntad es la unidad de la naturaleza que “se objetiva en el  mundo entero” y es “la esencia de toda energía latente”. Es decir, según Schopenhauer, aunque su definción de voluntad es algo distinta del autocontrol que en ocasiones usan como sinónimo algunos neurocientíficos, la voluntad existe en el mundo –es en realidad la cara última y primera del mundo– de manera inagotable, como si el vacío (que se torna sinónimo de una dimensión de potencia) tuviera energía infinita. Aquí Schopenhauer encuentra parangón en el trabajo  del físico David Bohm, para quien el mundo de la voluntad es equivalente a un Orden Implicado, una totalidad holográfica y el mundo de la representación al orden explicado. “Cuando los físicos calculan la mínima cantidad de energía que una onda puede tener, encuentran que cada centímetro cúbico de espacio vacío contiene más energía que toda la energía de la materia en el universo conocido” (Will Keepin, David Bohm, Noetic Science Journal).
Un sistema similar al que estructuró Schopenhauer fue delineado por Carlos Castaneda en su saga  de antropología y brujería (que algunos consideran literatura fantástica). El brujo yaqui Don Juan Matus expone la existencia de dos mundos: el tonal (el mundo de la representación) y el nagual (el mundo de la intención o voluntado).  El nagual es una especie de energía insondable, mística a la manera de Wittengstein, y por lo tanto del dominio del silencio. El hombre de conocimiento, en ocasiones, llega a ser poseído por esta energía, por esta intención cuya raíz horada el mundo del tonal, encontrando una fuente magnifica de poder: tal que se convierte en el nagual: en la voluntad del mundo. Algunos pensaran que argumentar desde la trinchera de Castaneda un tema que ha sido traído a la mesa por la neurociencia es caer en un batidillo new age que reduce la seriedad de la discusión. Mi intención con esto no es adoptar un argumento que pretenda tener la verdad o responder a una pregunta, sino encontrar un contrapunto para romper la piñata y ampliar la discusión: el único conocimiento sólido me parece es que los conocimientos que tenemos sobre las cosas no suelen ser mucho más que perspectivas formuladas desde cierta visión del mundo –desde cierto promontorio–, reflejos de una realidad mental parcial.  A vees unos más útiles que otros (pero el arte es inútil, entonces…). Incluir a la magia en la misma frase interrogatoria que la ciencia es un ejercicio muy sano desde el punto de vista epistemológico.
Que uno se pueda convertir en el nagual, en la voluntad, o servir de la intención que fluye por el universo como un río silencioso de energía, parece contradecir la teoría de que la voluntad es un recurso limitado (aunque quizás sea necesario comer algo de fruta  y chocolates para que el  Tao te sobrecoga). Sugiere que, en cambio, la voluntad se alimenta de algo imperecedero e ilimitado y el ejercicio fundamental para aumentar nuestra reserva sería básicamente sincronizarse con ese cauce. Sincronizarse con una energía supuestamente infinita que incluso podría tener una inteligencia inscrita en su flujo (“en este fujo la mente y la materia no son sustancias separadas, sino más bien son aspectos deiferentes de un movimiento único y continuo”, escribió Bohm )  o dejarse poseer por un dios dinámico –usando el entendimiento de Roberto Calasso de la manía, y de la energía de los espíritus de la naturaleza: las ninfas y la serpiente. ¿Cómo entrar en este ritmo cósmico que nos arrastra con el élan vital de lo divino? Eso es algo obedece a otro ámbito –¿al de los maestros espirituales?–  y que requiere posiblemente toda una serie de ejercicios y prácticas que no estoy seguro de conocer y menos poder comunicar, solamente intuyo una veta que podría tener que ver con una visón de lo dionisiaco –”la luz plena de verano” era el epiteto de esta divinidad–, del pánico que se libera en el bosque, o del fauno, que encarna al espíritu de la naturaleza animal (la fauna) y gusta divertirse solo por el hecho de ser (have fun).
Usando la técnica dada por Tierney, de apoyarse en alguien más cuando la propia voluntad amenaza con cejar, el famoso novelista gráfico Alan Moore, nos dosifica un poco de glucosa metafísica:
Cuando hacemos la voluntad de nuestro Ser verdadero, inevitablemente estamos haciendo la voluntad del universo. En la magia esto es visto de manera indistinta: que cada alma humana es de hecho el alma del universo en sí mismo. Y siempre y cuando estés haciendo lo que el universo quiere, entonces será imposible hacer algo mal.
Una última reflexión sobre el poder del voluntad. Moore ciertamente se inspira aquí en la filosofía de Thelema (o voluntad) de Aleister Crowley. Crowley escribió que “todo acto intencional es un acto mágico”, si nos tomamos la libertad de substituir voluntad por intención, descubrimos que la voluntad es un acto esencialmente mágico –magia definida como “la ciencia Ciencia y el Arte de hacer que un Cambio ocurra en conformidad con la Voluntad” (Crowley), es decir voluntad y magia son intercambiables.  ¿Pero por qué tiene tanto poder la voluntad, tal que se dice que mueve montañas o que es mágica? Quizás justamente porque es un recurso que se alimenta del universo en su cauce inagotable –y misterioso. Aunque no habría que olvidar que el universo (o la vida) es como una caja de chocolates y nunca sabes cuánta glucosa te va a tocar.

Con información de Disinfo, Wired y BBC


.

El robot Romo utiliza el teléfono móvil como «cerebro»



En Kickstarter, Romo - The Smartphone Robot for Everyone es un pequeño soporte móvil diseñado para conectar un smartphone a modo de "cerebro", lo que le da capacidad para hacer algunas tareas y de paso resultar expresivo.

El control se puede realizar desde otro dispositivo móvil o desde un ordenador y un navegador web.

Es bastante simple, pero es una de las primeras aproximaciones al robot personal y a la idea de los móviles inteligentes como «cerebro» para objetos tontos.



Vía SlashGear.



.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Quizás También Te interese

ANUNCIA AQUI / PUBLICIDAD PERSONALIZADA WEB 3.0

CONTAMOS CON UN SISTEMA INTEGRAL DE PUBLICIDAD PERSONALIZADO POR INTERNET WEB - 3.0,..... MÁS DE 270 MIL VISITANTES O LECTORES MENSUALES AL BLOG, BASES DE DATOS DE E-MAILS O CORREOS ELECTRÓNICOS, SOFTWARE / ROBOT PARA ENVÍOS DE MENSAJES DE TEXTO A TELÉFONOS MÓVILES, ENLACES Y ANEXOS A REDES SOCIALES Y CHATS SOCIALES, USO DE APLICACIONES COMO WHATSAPP Y OTROS.

Contactarse a: - planetainformes@gmail.com

Móvil: +51 - 959567777 , +51 - 977851768 ,
Arequipa - Perú


ESPACIO DISPONIBLE - ANUNCIA AQUI

ESPACIO DISPONIBLE - ANUNCIA AQUI
GARANTIA DE IMPACTO VISUAL