30 oct 2013

Amor 2.0

¿Es necesaria la presencia física para

 experimentar “conexión” con el otro?

SEGÚN FREDERICKSON, EL AMOR ES SÓLO POSIBLE MEDIANTE UN CONTACTO NEUROQUÍMICO BASADO EN LA PRESENCIA, Y MIENTRAS LA CONEXIÓN PUEDE MANTENERSE VIA MECANISMOS 2.0, ESTA CONEXIÓN NO ES "REAL".

El amor como fuerza motora admite cualquier definición, laica o religiosa, que se nos pueda ocurrir. ¿Pero qué pasa con el amor en la época de la hiperproducción de información? O mejor dicho, ¿cómo afectan los nuevos mecanismos de transmisión de información a una fuerza que para los griegos antiguos podía mover y controlar a los mismos dioses, el Eros?
La psicóloga Barbara Fredrickson ha asumido esta pregunta, pues desde hace varias décadas ha explorado las “emociones positivas” como el amor tanto en estudios de laboratorio como en nuestras prácticas cotidianas. Su nuevo libro, Amor 2.0: Cómo Nuestra Suprema Emoción Afecta Todo lo que Sentimos, Pensamos, Hacemos y Nos Convertimos pretende no solamente explicar la pervivencia de esta emoción fundamental, sino cuestionar las formas de “amor” en la realidad 2.0, donde la conexión amorosa muchas veces no está mediada por la presencia.
Pero primero, ¿qué es el amor para los fines de Fredrickson? Antes que nada es una conexión relacional: “Al estar imbuido de amor observas menos distinciones entre tú y los otros. De hecho, tu habilidad para ver a los otros –realmente verlos, de todo corazón– se abre. El amor puede incluso darte una palpable sensación de unidad y conexión, una trascendencia que te hace sentirte parte de algo mucho más grande que tú mismo.”
El amor como vínculo o potencia conectora permite así entender esta emoción en sus distintos aspectos: cuando amamos algo no somos completamente nosotros mismos, sino que somos nosotros + algo más. Ese extra, que los psicoanalistas llamarían surplus es lo que permite un campo emocional donde a la vez que somos nosotros mismos, somos algo-con-el-otro, incluso en situaciones donde el amor erótico o sexual no sea protagonista:
“[El amor] es incluso la inclinación y la sensación de propósito compartido que puedes sentir inesperadamente con un grupo de extraños quienes se han reunido para maravillarse en la eclosión de tortugas marinas o en un juego de futbol. La nueva visión del amor que quiero compartir contigo es esta: el Amor florece virtualmente en cualquier momento en que dos o más personas –incluso extraños– se conectan en una emoción positiva compartida, sea leve o fuerte.”
Frederickson no deja de lado el componente neurobiológico del amor, formado por una triada donde negocian tu cerebro, tus niveles de la hormona oxitocina y el nervio vago, que transmite señales entre el cerebro y el resto del cuerpo. Por ello, “el amor es una marejada momentanea de estos tres eventos ceñidamente intricados: primero, el compartir una o más emociones positivas entre tú y otro; segundo, una sincronía entre tu bioquímica y comportamiento y la de otra persona; y tercero, una motivación refleja para invertir en el bienestar del otro que produce mutuo cuidado.”
Pero si pensamos que el amor está altamente relacionado con la bioquímica de la presencia, ¿dónde quedan los “amores 2.0″, las relaciones mediadas por la tecnología? A esto se refiere Frederickson cuando habla de que, cuando amamos a alguien, tratamos de “permanecer conectados” a pesar de la distancia física que nos separa: “Usas el teléfono, el email, y cada vez más los mensajes de Facebook, y es importante hacerlo. Sin embargo, tu cuerpo, esculpido por las fuerzas de la selección natural durante milenios, no fue diseñado para las abstracciones del amor a larga distancia, para los XOXs y los LOLs. Tu cuerpo tiene hambre de más.”
Esto nos pone alerta de uno de los mitos más difundidos acerca del amor: su incondicionalidad.
“La verdadera conexión”, explica Frederickson, “es uno de los prerrequisitos fundamentales del amor, una razón primaria de que el amor no sea incondicional, sino que, en cambio, requiera una posición particular. Ni mediada ni abstracta, la verdadera conexión es física y se desarrolla en tiempo real. Requiere la copresencia temporal y sensorial de los cuerpos. El modo principal de conexión sensorial, discuten los científicos, es el contacto visual. Otras formas de contacto sensorial en tiempo real –a través del tacto, la voz, o el reflejo de las posturas y gestos corporales– sin duda conectan a la gente también y en ocasiones pueden sustituir al contacto visual. Sin embargo, el contacto visual puede ser el detonador más potente de conexión y unidad.”
En otras palabras, “la presencia física es la clave del amor, de la resonancia positiva.”
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29 oct 2013

Marte desde las alturas


En la Agencia Especial Europea se han marcado este bonito vídeo grabado con imágenes de la Mars Express [mejor ver en HD, pantalla gigante y a tutiplén]. Combina las imágenes de alta resolución con los datos topográficos que se han ido acumulando en unas 12.500 órbitas alrededor del planeta rojo, lo que permite ver Marte con «una calidad sin precedentes», como si se tratara de un vuelo a vista de águila o en helicóptero.

El montaje es obra del Centro Aeroespacial Alemán DLR, que homenajea así el décimo aniversario de la aventura de la Mars Express.

(Vía The Atlantic.)

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28 oct 2013

"Somos lo que comemos"

pero… "comemos según somos"


Pensamos que los alimentos que ingiero nutren mi Cuerpo, y que mi Mente va por otro lado, al margen de lo que sean mis comidas. Pero en realidad, con lo que ingiero (sólidos y líquidos), lo que estoy es alimentando mi modo de ser.
Si alguien (un terapeuta por ejemplo)  me indica que no debo tomar un alimento específico y yo quiero hacerle caso porque quiero encontrar alivio en lo que me ocurre, procuraré dejar tal alimento, pero como no pretendo cambiar mi modo de ser, sino aliviarme de algún padecimiento físico o psíquico,  la sustancia química (todo alimento es un conglomerado químico) que evito no comiendo aquello, la encontraré en otro alimento que es posible nunca haya comido, pero que llegará a mí, por vía subconsciente,  para ajustarme en mi tendencia de personalidad.
Mas cuando no me orientan en lo que debo dejar de comer y lo que debo de usar en su lugar, pero estoy "convencido" de lo que debo cambiar de mi personalidad (actitudes anímicas que ya considero improcedentes en mí),  iré dejando inconscientemente aquello que alimentaba esa actitud que me era "propia",  y comenzaré a tomar lo que me acerca a la que deseo "adquirir".
En este último caso, la recuperación de alguna condición desequilibrada física irá teniendo lugar.  Pero en el caso anterior, si bien suele sentirse una mejoría al principio, poco después la dolencia o desequilibrio vuelve a aparecer.
Esto es indicio de que la Mente, la actitud mental por la que nos inclinamos y "cultivamos",  es la directora de mis procederes vitales, en este caso los nutricionales (alimentarios de lo corporal). Y es de esta manera como mi Cuerpo expresará de mis actitudes internas. Nada de él (formas, habilidades,…) es al margen de mis modos internos de enfocar mi vida.

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¿Què es el Empirismo?


Lo primero que hay que hacer para conocer a fondo el término empirismo es proceder a la determinación de su origen etimológico que es el que determina luego el significado que posee. Para ello tenemos que dejar claramente expuesto que aquel está en  griego y que dentro de dicha lengua la citada palabra se compone de tres partes que son el prefijo en- que equivale a “antes”; la palabra peiran que significa “tratar” y el sufijo –ismo que se traduce como “doctrina o actividad”.

El concepto de empirismo se utiliza para describir el conocimiento que nace de la experiencia. También se trata de una estructura de tipo filosófico  basada, justamente, en los datos que se desprenden de toda experiencia.

En este sentido, podríamos establecer que el empirismo se sustenta básicamente en dos principios fundamentales. Por un lado, lleva a cabo la negación de la absolutización de la verdad, estableciendo además que el hombre no puede acceder a la verdad absoluta. Y por otro lado, deja patente que toda verdad debe ser siempre puesta a prueba dando lugar a que, a partir de la experiencia, aquella se pueda modificar, corregir o desamparar.

David Hume
Para la filosofía, el empirismo constituye una teoría relacionada al conocimiento que acentúa el valor de la experiencia y de la percepción sensorial en el surgimiento de ideas. Para que el conocimiento sea válido, debe ser probado a través de la experiencia, que de esta forma se convierte en la base de toda clase de saber.
De igual modo, el empirismo en la filosofía de la ciencia supone que el método científico debe apelar a hipótesis y teorías probadas mediante la observación del mundo natural. El raciocinio, la intuición y la revelación quedan subordinados a la experiencia.

Resulta interesante resaltar además que el inglés John Locke (1632-1704) fue el primero que formuló de modo explícito la doctrina del empirismo. Locke consideraba que el cerebro de un recién nacido es como una tabla rasa, en la cual las vivencias dejan huellas. Por lo tanto, el empirismo considera que los seres humanos carecen de ideas innatas. Nada puede ser entendible sin alusión a la experiencia.

De esta manera, el empirismo filosófico se opone al racionalismo, que señala que el conocimiento se obtiene mediante la razón, más allá de los sentidos o de la experiencia.

El filósofo escocés David Hume (1711-1776), por su parte, sumó al empirismo un punto de vista escéptico que le permitió contrarrestar postulados de Locke y de otros pensadores. Para Hume, el conocimiento humano se divide en dos categorías: la relación de ideas y la relación de hechos.

Francis Bacon o Thomas Hobbes fueron otros de los empiristas más importantes de la Historia y más concretamente de su vertiente inglesa. En concreto, el último ha pasado a generaciones posteriores por obras de la talla de Leviatán en la que expone un total de diecinueve leyes naturales.
Es frecuente que, en muchas ocasiones, al hablar de empirismo se haga también referencia al racionalismo. Este es una tendencia de corte filosófico que se sustenta en la identificación de lo que es la razón con el pensar. Partiendo de dicha acepción existen diversos tipos de racionalismo tales como el ético, el metafísico o el religioso.


Lee todo en: Definición de empirismo - Qué es, Significado y Concepto  http://definicion.de/empirismo




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26 oct 2013

¿Qué es la ley de Moore?


Vas a una tienda, compras una computadora. Vuelves a tu casa, y mientras la enciendes por primera vez, miras un folleto que muestra una computadora mucho mejor y más avanzada. Puede que esa sea una de las mejores explicaciones de laLey de Moore. Si bien el ejemplo es un poco exagerado, es un buen punto de partida para entender cómo han evolucionado los ordenadores personales con el paso del tiempo, porque justamente de eso trata la Ley de Moore.

La ley de Moore

La Ley de Moore es un término informático originado en la década de 1960 y que establece que la velocidad del procesador o el poder de procesamiento total de las computadoras se duplica cada doce meses. En un principio, la norma no era muy popular pero sí se sigue utilizando hasta el día de hoy. Quien la acuñó fue Gordon Moore, el cofundador de la conocida empresa Intel de microprocesadores. Cuando las revistas de electrónica le preguntaron cómo se desarrollaría el área en los próximos diez años, él escribió un artículo en el que predijo el funcionamiento del mercado.
Si miramos las computadoras de 1970 y las comparamos con las de la actualidad, podemos pensar que la ley está llegando a un límite, y si lo comparamos vemos que en los últimos diez años esto se cumple. Por eso es importante también tener en cuenta en la ley de Moore el número de transistores en un CPU.
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Son los semiconductores, transistores y la creación del circuito integrado los que hacen posible la Ley de Moore. Antes de los transistores, en electrónica, se utilizaban los tubos de vacío, que tenían una tendencia a romperse y generaban demasiado calor. Por otra parte, el semiconductor es un material que actúa como conductor y aislante, y recién en 1947 se creó el primer transistor de la mano de John Bardeen y Walter Brattain. En 1958, Jack Kilby creaba el circuito integrado, y finalmente se creó el transistor plano. Todos estos elementos fueron los que permitieron que la tecnología avanzara de forma tan rápida, ya que todo esto permitía hacer componentes cada vez más pequeños y compactos.
Volviendo al artículo que escribió Moore, él decía que a medida que las técnicas y los productos mejoraban, el precio de producción de cada componente se reducía. Pero también tuvo en cuenta que, si bien cada componente era más barato de producir, los circuitos complejos seguían siendo caros, pero indispensables. El costo por componente y el costo por circuito crearon un efecto de balance en la industria que resultó en una tendencia de crecimiento lineal.
Para 1975, Moore escribió para el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), en el que explicaba que las técnicas habían mejorado y por ende había menos errores. La producción era más eficiente y se abría paso al terreno de la innovación. También confiaba en que la ley se siguiera cumpliendo por unos cuantos años más, pero teniendo en cuenta que la industria de los semiconductores estaba llegando al límite de algunas técnicas, la velocidad de los avances se iba a frenar, haciendo que el período fuera de veinticuatro y no de doce meses.

La Ley de Moore en la práctica

WAVEBREAK MEDIA/THINKSTOCK
Si vamos a lo justo, la Ley de Moore no es ni siquiera una ley, ya que no tiene fundamentos físicos, y solo se vuelve real por las acciones de los seres humanos. Pero, ¿qué es lo que hace que el ciclo siga funcionando? Muchas de las razones son puramente psicológicas y están influidas por el mercado: las compañías están luchando unas contra otras por conseguir circuitos más potentes y microprecesadores que funcionen mejor. La parte de investigación y desarrollo es inmensa y busca la producción de componentes más pequeños pero con mejor performance.
El otro factor es simplemente el reto: siempre se ha dicho que la Ley de Moore llegará a un fin, pero los ingenieros siguen trabajando para atrasarlo. Por otra parte, los consumidores se han acostumbrado a este hecho y siempre están buscando la novedad, por lo que no hay razones para no encontrar algo mejor en el mercado el próximo año.

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La muerte del 'curriculum vitae'

Las reglas del juego laboral se han modificado. Hay que cambiar de mentalidad

Ahora la seguridad laboral reside en nuestra habilidad para aportar valor de forma constante



Este artículo está escrito para quienes ahora mismo se encuentran en el desempleo. Para quienes padecen de frustración e impotencia por comprobar que no encuentran un puesto de trabajo. Para quienes llevan tiempo sintiendo que enviar currículos se ha convertido en una pérdida de tiempo. Y en definitiva, para quienes han dejado de tener miedo a reinventarse profesionalmente porque ya no tienen nada que perder. Para todos ellos, a continuación se describe un recorrido compuesto por nueve etapas. Cada una de ellas representa un camino que el lector deberá transitar por sí mismo. Buen viaje.
1. Tomar las riendas de nuestra vida profesional. La crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de transformación del modelo productivo que rige nuestro sistema económico. Nos ha tocado vivir el fin de la era industrial y el inicio de la era del conocimiento. Las reglas del juego laboral han cambiado y seguirán cambiando, cada vez más deprisa. Las instituciones establecidas ya no tienen la capacidad de procurar seguridad económica para los ciudadanos. Los puestos de trabajo con contrato indefinido están disminuyendo. Y para muchos ha llegado la hora de hacerse cargo de ellos mismos laboralmente. Y de realizar una función profesional útil, creativa y con sentido, que preferiblemente no pueda automatizarse y digitalizarse por medio de las nuevas tecnologías, ni tampoco externalizarse a un país en vías de desarrollo.

“No podemos resolver un problema desde el mismo nivel de comprensión en el que lo creamos”
Albert Einstein
2. Cultivar nuestra inteligencia emocional. Estar en el desempleo es una situación laboral muy complicada de lidiar. Sin embargo, para poder iniciar un proceso de cambio es importante no dejarnos llevar por la queja, el victimismo o la culpa, pues con ello tan solo conseguimos consumir la energía vital que necesitamos para buscar nuevas soluciones y alternativas. Es fundamental invertir tiempo en conocernos en profundidad, aprendiendo a sanar nuestra autoestima y a cultivar la confianza en nosotros mismos. En la medida en que desarrollamos nuestras fortalezas internas, empezamos a afrontar la adversidad de una forma más responsable, optimista y eficiente. Y a base de entrenamiento, verificamos que nuestro grado de satisfacción no tiene tanto que ver con nuestras circunstancias, sino con la actitud que tomamos frente a ellas.
3. Entrenar la inteligencia financiera. En general, las creencias sobre el dinero se pasan de generación en generación por inercia, sin darnos cuenta. Del mismo modo que no elegimos nuestro equipo de fútbol, nuestra visión laboral y financiera del mundo ha sido prefabricada; viene de serie. No nos han enseñado a resolver por nosotros mismos nuestros propios problemas económicos. Cultivar nuestra inteligencia financiera nos capacita para presupuestar nuestro dinero, dándonos la oportunidad de generar excedentes con los que ahorrar, invertir y no depender de préstamos o deudas. También nos muestra cómo ganar más y gastar menos, emancipándonos de las instituciones establecidas.

Renovación


ILUSTRACIÓN DE JOÃO FAZENDA
1. LIBRO
‘El elemento’, de Ken Robinson. 
Conecta. Un ensayo que cuestiona 
el sistema educativo industrial 
contemporáneo.

2. PELÍCULA
‘En busca de la felicidad’, de 
Gabriele Muccino, La odisea de un 
padre con un hijode cinco años 
que lucha por hacer realidad el 
sueño de prosperar 
profesionalmente.

3. CANCIÓN
‘Hopeless emptyness’, de Thomas 
Newman De la banda sonora de la 
película ‘Revolutionary Road’, de 
Sam Mendes, en la que Leonardo 
DiCaprio interpretaa un hombre 
que no cree en su trabajo,pero 
cuyo miedo le impide iniciar un 
proceso de reinvención profesional.
4. Descubrir el propósito profesional. En vez de hacer lo que se supone que tenemos que hacer (buscar salidas profesionales), es hora de encontrar nuestro verdadero propósito. Y para lograrlo es esencial que escojamos un camino laboral que tenga sentido para nosotros. Más allá de los motivos típicos que nos mueven a trabajar (dinero, poder, seguridad, comodidad o reconocimiento), hemos de conectar con una motivación intrínseca que nos permita concebir nuestra profesión de forma más vocacional. Para ello, hemos de redefinir nuestro concepto de éxito, así como los valores que queremos que guíen nuestras decisiones y acciones. ¿Qué haríamos profesionalmente si no tuviéramos que ganar dinero? ¿A qué nos dedicaríamos si supiéramos que todo va a salir bien? ¿Qué haríamos si no tuviéramos miedo? Saber la respuesta de estas preguntas no tiene precio.
5. Decidir el rol laboral. El 85% de los profesionales latinos trabajan como “empleados”, vendiendo su tiempo a cambio de un salario a final de cada mes, formando parte de un sistema productivo que enriquece a otras personas. Pero más allá de este rol profesional existe el de “emprendedor”. Es decir, aquel que trabaja para sí mismo como autónomo o freelance, o bien monta un proyecto contratando a otras personas. Cada uno cuenta con una serie de ventajas y desventajas, requiere de un tipo de mentalidad específico y va acompañado de un determinado estilo de vida. De ahí que pasar de empleado a emprendedor implique un profundo cambio en la manera de relacionarse con el mercado de trabajo. Y dado que la seguridad laboral está en entredicho, es cuestión de elegir entre la incertidumbre del empleado y la incertidumbre del emprendedor.
6. Hacer algo que nos apasione y que potencie nuestro talento. A pesar de haber recibido la consigna de que “no podemos ganarnos el pan haciendo lo que nos gusta”, a la hora de reinventarse es fundamental dedicarnos a una profesión que nos motive e interese de verdad. Solo así encontraremos la fuerza y la dedicación para dar lo mejor de nosotros mismos, potenciando nuestras virtudes y habilidades. Todos albergamos algún tipo de talento por descubrir y desarrollar. En esencia, el talento es la forma con la que expresamos nuestro valor. Eso sí, los dones que se necesitan para llevar a cabo las nuevas funciones profesionales no tienen nada que ver con la educación industrial o las aptitudes académicas convencionales. Más bien surgen al comprometernos con nuestro proceso de autoconocimiento y desarrollo personal. Cuanto más nos conocemos, más nos valoramos por ser quienes somos. Y cuanto más nos valoramos, más sabemos para qué servimos y cómo podemos ser útiles para la sociedad.


7. Encontrar un problema social que nos motive resolver. La gente está dispuesta a pagar por productos y servicios que cubran sus necesidades y satisfagan sus aspiraciones. El reto consiste en saber qué problemas podemos resolver haciendo eso que nos gusta a través de nuestros talentos. También es importante diseñar “propuestas de valor” que mejoren la calidad de vida de otras personas. A su vez, es fundamental conocer las últimas aplicaciones y herramientas digitales que podemos emplear a través de Internet, concibiendo así nuevas formas de aportar valor al mercado laboral.
8. Invertir en formaciones específicas. En este punto del camino puede resultar decisivo asistir a seminarios, cursos que nos enseñen a “saber cómo” y a “tener con qué” expresar nuestro talento. En este sentido, la universidad convencional parece estar dejando de ser la única opción. ¿Cuánto de lo que hemos estudiado nos ha sido de verdadera utilidad para desempeñar nuestro actual trabajo? La nueva formación va a estar cada vez más centrada en ofrecer cursos prácticos que nos enseñen a desarrollar habilidades que nos permitan resolver problemas concretos. La inversión más importante la hemos de hacer en nosotros mismos. Nuestra inteligencia, nuestra creatividad y nuestro talento son nuestra principal fuente de riqueza.

“No permitas que nunca nadie te diga lo que vales. Tú eres el
único capaz de saber
tu propio valor”

Muhammad Ali
9. Desarrollar la marca personal. El marketing está democratizándose y personalizándose. Y cada vez va a estar más protagonizado por la “marca personal”. Una vez tenemos claro qué ofrecemos, el reto es descubrir cómo lo ofrecemos. Es decir, la manera en la que nos comunicamos y conectamos con las personas a las que pueden servir nuestros servicios. Es primordial montar una web explicando los beneficios y soluciones que aportamos, utilizando las redes sociales para darnos a conocer a nuestros potenciales clientes. Por medio de nuestra marca personal conseguimos que nuestra profesión sea un reflejo de la persona que somos, aprendiendo a ganar dinero como resultado de crear riqueza para la sociedad.

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24 oct 2013

Viaje a la fauna que te habita

Mil millones de bacterias por centímetro cuadrado, cientos de hongos y otros organismos viven en ti


Viaje a la fauna que te habita
Si pintásemos de color cada organismo que nos habita, pareceríamos una discoteca ambulante.
























Bienvenido a un paseo microscópico. Tu cuerpo es el hogar de cientos de miles de especies: las bacterias son las más numerosas (tres cuartas partes se alojan solo en el intestino), pero también podràs encontrarte hongos, ácaros y virus acechándote en cada esquina. Cientos de especies deambulan sobre tu piel, en tus órganos, y se transportan por medio de la saliva y las heces. En los últimos tiempos, el estudio pormenorizado de esta fauna (microbioma) está permitiendo identificar cada especie y saber qué función tien en nuestro organismo. Estas son algunas de las que ya conocemos.
De la cabeza a los pies
Una de las primeras visitas la haremos alpelo. Allí vive un hongo, el Malassezia, que es el encargado de crear esas placas de piel muerta que se denominan caspa y que traen de cabeza a muchos, más hombres que mujeres según los estudios.
Si bajamos un poco, hasta la cara, en elespacio que tenemos entre las cejas y en la piel externa de la nariz habita una de las bacterias más importantes de la piel, laPropionibacterium acnes. Su nombre la delata: es la responsable tus problemas de acné en la adolescencia. De hecho, según un estudio publicado en enero en Journal of Investigative Dermatology, esta bacteria puede contener una cepa mala que ataca al sistema inmunitario y produce la formación de granos y las espinillas, y otra buena cuyo papel es precisamente proteger la piel de las bacterias más malévolas. Además, y alimentándose justamente dePropionibacterium acnes, en nuestro rostro se aloja a menudo un ácaro (una especie de araña liliputiense) que vive en los folículos y se reproduce en las grietas de tu piel. Me imagino que a estas alturas ya habrás ido corriendo al baño a lavarte la cara y te estarás mirando, con cuidado, con ese espejo de aumento que tienes junto al lavabo. No te esfuerces, estos bichos no crecen más de 0,4 milímetros, así que no podrás verlo, a no ser que metas la cara bajo el microscopio. De paso, si nos asomamos a la boca, encontramos más de 25 especies conviviendo, que han sido estudiadas durante años en el Instituto Forsyth de Boston. Entre ellos, el Streptococcus mutans, una bacteria asociada a la producción de las caries.
Vamos a la axila: la fauna bacteriana local se estará dando un festín con el fluido que segregan las glándulas apocrinas, por lo que, si no te pones desodorante, olerás a “humanidad”.
02bacterias
Los Costridiales (1), Micrococcus (2), Estafilococos (3) y Bacillus (4) son los cuatro tipos de bacterias más numerosos en esta zona.
Una vez en el ombligo, te adentrarás en una especie de selva tropical bacteriológica. De hecho, según el estudio del Departamento de Biología de la Universidad de Carolina del Norte en Raleigh liderado por Robert R. Dunn, hay nada más y nada menos que 2.368 especies distintas de bacterias. Algunas de ellas se han descubierto en esa cavidad que muchos consideran el centro de su mundo. Tal fue el hallazgo que se ha constituido un Proyecto para la Biodiversidad del Ombligo que pretende seguir estudiándolas y analizando su actividad.
En un paseo por la zona genital descubrimos que las féminas tienen hasta cinco tipos distintos de comunidades microbianas vaginales que, según investigaciones recientes, van cambiando a lo largo de su vida. Además, sabemos que estas bacterias son las primeras pobladoras de la piel de los bebés que nacen por vía vaginal, según una investigación publicada en 2010.
Por último, los Institutos Nacionales de Salud han publicado en Nature  que sólo en el talón tenemos cerca de 80 tipos diferentes de hongos (como los AspergillusCryptococcus,Rhodotorul y Epicoccum), 60 en las uñas y otros 40 entre los dedos de los pies. También en esta zona está presente el causante del legendario pie de atleta, el Trichophyton rubrum, un hongo que se desarrolla en los espacios húmedos (también es el responsable de la tiña inguinal) y cuyo primer indicio son zonas escamadas de color rojo intenso.
¿Alguien de ustedes sabia de  esta invasiòn que tenemos en nuestro organismo ?
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22 oct 2013

Ciencia de la hipocresía moral

Lo que decimos y lo que hacemos

Tenemos dos tipos de moralidad la una junto a la otra. Una que predicamos pero no practicamos, y otra que practicamos pero rara vez predicamos.
– Bertrand Russell

Buena parte de la ciencia moderna del razonamiento moral se basa en estudios con escenarios morales altamente estilizados, tales como los célebres “problemas de tranvía” en los que se invita a los sujetos a escoger entre distintos dilemas hipotéticos. Mientras que una mayoría de personas consideran moralmente aceptable salvar la vida de cinco personas a cambio de matar a una si lo que se requiere es apretar un botón que desvía la trayectoria de un tranvía sin control, una mayoría rechaza que sea moralmente aceptable empujar a una persona por un puente para detener la trayectoria del tranvía que mataría a otros cinco, aún cuando el resultado del cálculo utilitario sea idéntico en ambas situaciones. Esta divergencia se ha explicado en ocasiones apelando a una supuesta “aversión a dañar a los demás” profundamente implicada en nuestra naturaleza, hasta el punto de que trascendería culturas e incluso especies.
Un estudio de varios investigadores de la universidad de Cambridge, que acaba de aparecer en Cognition [PDF], arroja sombras sobre estos supuestos. Si no dañar a otros es una norma universal, y profundamente biológica, ¿Cómo explicar la aparente incongruencia de que la historia humana esté tan corrientemente salpicada con ejemplos de personas que dañan a otras para conseguir beneficios? ¿Hasta qué punto los escenarios morales estilizados reflejan el comportamiento moral real de la gente? Es tentador preguntarse si son “psicópatas” los responsables de terribles desastres que dañan a millones de personas, como la actual crisis política y financiera, o sólo personas corrientes que actúan en un entorno de incentivos egoístas.
Para indagar en estas incongruencias, en uno de sus estudios los investigadores preguntaron a 88 personas si pensaban que los participantes futuros en un experimento (otros 46 sujetos) estarían más o menos dispuestos a causar daño a otros, a cambio de una ganancia personal significativa. A continuación, los investigadores sometieron a los sujetos a un experimento basado en el paradigma llamado de “Dolor Versus Beneficio” PvG (Pain Versus Gain), en el que debían tomar una decisión moral: ganar dinero o evitar que se causara daño a otras personas. Para asegurar el realismo de la situación, los investigadores presentaron un video a los participantes con las consecuencias de los shocks eléctricos con los que se castigaría a los sujetos.
  Escenario de “Dolor Versus Beneficio”. Cognition  

En los resultados llegaron las sorpresas desagradables. Mientras que los sujetos del primer experimento afirmaron, según lo previsto, que los sujetos experimentales estarían menos dispuestos a causar daño en una situación real, en el segundo, que implicaba una tarea real PvG, los datos mostraron que los sujetos de hecho estaban significativamente más dispuestos a causar daño a otros sujetos a cambio de un beneficio personal. Los sujetos del segundo estudio fueron hasta 7 veces más “inmorales” de lo previsto por los sujetos del primero, y -lo que quizás es más temible- ni siquiera la perspectiva de ser observado disminuyó significativamente estos impulsos egoístas y desconsiderados con el daño ajeno.
Lo que hacemos no es lo que decimos, especialmente si hay ganancias factibles de por medio. Según los autores, los datos sugieren que “nuestras creencias morales podrían poseer un impacto mucho más débil en nuestra toma de decisiones si el contexto se enriquece con fuerzas especialmente motivadoras, tales como la presencia de una ganancia significativa. Esto plantea cuestiones sobre si las decisiones morales hipotéticas generadas en respuesta a escenarios fuera de contexto son una buena muestra de las elecciones morales reales”.
ACT. Estaría bien, por cierto, poder ver alguno de estos videos de “Dolor Vs Beneficio” para calibrar cómo son realmente los shocks eléctricos que aplican. Si alguien tiene acceso a este dato, se agradeserìa compartir.
TerceraCultura
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¿Por qué los hombres tienen más pelo que las mujeres?



Se trata esta de una pregunta trampa, ya que en realidad esconde una pregunta fácil y otras dos mucho más «peludas». La primera se responde brevemente: los hombres no tienen más pelo que las mujeres. Lo que pasa es que el cuerpo humano lo adornan dos tipos muy distintos de pelo: el pelo grueso y pigmentado que cubre nuestra cabeza, pubis y (en muchos hombres y algunas mujeres) partes de nuestro abdomen y rostro, y el pelo fino y despigmentado que, apenas visible, tapiza el resto de nuestro cuerpo. En lo que diferimos hombres y mujeres es en la cantidad del primero de estos dos tipos de pelo. De hecho, si contabilizaremos ambas clases, los humanos no seríamos mucho menos peludos que nuestros primos más cercanos, los chimpancés. No obstante, resulta obvio que se debería someter la mona Chita a una intensa sesión de depilación antes de hacerla pasar por humana. El motivo?, Que en algún momento de nuestro pasado evolutivo nuestros ancestros del género Homo iniciaron un proceso de miniaturización del pelo corporal. Un proceso por el cual transformamos gran parte de nuestro hirsuto pelo simiesco en una imperceptible alfombra de vello que nos ha hecho ganar el famoso apodo «el mono desnudo».

Es aquí, una vez realizados los precisos aclaraciones, donde nos topamos con dos preguntas más complejas. La primera consiste en explicar el motivo por el que nos transformamos en un «mono desnudo», y en este caso la mayoría de las hipótesis que manejamos tienen que ver con las ventajas térmicos que se derivaron de este hecho.Cuando abandonó los frondosos bosques selváticos para caminar derechos por la sabana transitamos hacia un ambiente mucho más expuesto de por sí, y lo hicimos además mientras asumíamos una nueva forma de locomoción, la bípeda, que expone una parte mayor del nuestro cuerpo al sol. El resultado fue un brusco incremento en el grado de insolación, un contexto en el que la «pérdida» de pelo nos habría permitido regular mucho mejor nuestra temperatura. Este proceso tuvo, además, la ventaja añadida de evitar el asedio de muchos de los parásitos que aún hoy atormentan nuestros familiares más peludos.

La segunda pregunta nos lleva de nuevo al principio, a la necesidad de explicar por qué este proceso de miniaturización del pelo fue más acusado en las mujeres que en los hombres. Pues bien, varios estudios indican que muchos de los rasgos que los hombres generalmente consideran atractivos en las mujeres suelen estar asociados a la fertilidad y la buena salud, como unos labios carnosos, una piel inmaculada de manchas y arrugas, unos pechos firmes y simétricos, o unas caderas en forma de reloj de arena. Dada esta relación, la evolución habría favorecido aquellos cerebros masculinos que se vieron atraídos por estos caracteres sencillamente porque sus portadores habrían tenido más y mejor descendientes. Esto, a su vez, habría seleccionado no sólo a aquellas mujeres de mayor "calidad genética», y por tanto más atractivas, sino a aquellas que hubieran sido más eficaces a la hora de exhibir su atractivo. La razón, de nuevo, es que las mujeres más atractivas habrían sido capaces de aparearse con los hombres de mayor calidad, y tener más y mejores descendientes.

En definitiva, pensamos que la evolución podría haber favorecido una mayor «pérdida» de pelo en el rostro y abdomen de nuestros antepasados ​​femeninos simplemente para dejar más a la vista aquellos atributos que les permitían conseguir las mejores parejas. Y es que, a pesar de la conocida alegría que según nuestro patrimonio idiomático lleva consigo el pelo, no descubrimos nada nuevo si afirmamos que generalmente resultan más atractivas las mujeres poco peludas.

Para concluir, conviene resaltar que esta última hipótesis se sustenta puramente en indicios circunstanciales, por lo que nos estamos ni remotamente cerca de poder confirmarla. M'acomiadaré, pues, tratando de cubrir esta desnudez de conocimiento con más pelo, aquel que hemos mencionado antes brevemente y que adorna nuestras partes más íntimas. Aquel que distingue a nuestra especie de todo el resto de especies de monos del planeta, ya que ninguna otra cubre sus vergüenzas con un exceso de vello púbico. Alguien se anima a preguntar por qué?


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