"Esto es solo el principio, ahora empezaremos a escuchar al universo". Con estas emocionantes palabras han descrito los responsables del experimento LIGO la primera observación directa de las ondas gravitacionales predichas por Albert Einstein hace cien años en el marco de su Teoría de la Relatividad General. La señal se detectó el pasado 14 de septiembre, cuando los dos gigantescos detectores situados en Hanford (estado de Washington) y Livingston (Luisiana) registraron un ligerísimo salto en las gráficas. De acuerdo con los datos presentados por los investigadores, este leve "trino" es el resultado de una perturbación del espacio-tiempo producida por dos agujeros negros bailando en la oscuridad a 1.300 millones de años luz antes de fundirse en un abrazo final.
Para entender mejor el descubrimiento de LIGO, seguid leyendo en: La humanidad estrena "ojos" pra ver un nuevo universo (Next)
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