PAISANAJE

"Mulas, médicos, sastres y letrados,

corriendo por las calles a millones;

duques, lacayos, damas y soplones,

todos sin distinción arrebujados".

Diego de Torres y Villarroel.

Los veo enredado en una implosión magnífica: 
Andan de tiendas en tiendas comprando textiles, envueltos en celofán, jugando a ser bellos según conceptos de belleza ex profeso. Eso es lo de menos, deja de pensar el cura sentado en una cafetería. Eso es lo de menos, deja de pensar el abogado, sentado en su celular último modelo, eso es lo de menos, deja de pensar esa señora repintada que se busca a sí misma en el inconsciente de la autoadulación repintajeada.

Los vemos enredados en dos implosiones magníficas:
autos nuevos salpicando barro a los menesterosos de las esquinas. Profesionales y desarrapados soñando con ese auto nuevo salpicador.
Médicos, sastres, buscavidas de tres al cuarto, chalets y rotondas con monumentos a prebostes patriotas. Trabajadores sin sueldo, parados, músicos callejeros, vende ajos, pisa charcos.
La propiedad y la heredad, vaya profusión de elementos mezclados aleatoriamente. Reaccionarios casi todos, personas espejo, ya saben, mirarse en el otro y descubrir que siendo cada uno réplica de sí mismo nunca se es nada.

Dineros, dinero por adjudicación, adjunción, presunción. Dineros que vuelan sobre las cabezas de chorlitos de los viandantes mosca.
¿El parlamento?, ¿Las Cortes?, ¿Elecciones?, ¿Erecciones?. ¿Las fuerzas de seguridad del estado?. ¿El estado?.
Vaya síncope de mula que le ha dado a usted, señor conservador, señoras y señores admiradores de grandes empresarios que basan sus emprendedurías en carroña pura... Balzac dixit:  “Detrás de cada gran fortuna hay un delito.” 

Los veo enredado en una implosión magnífica:

así que implosiono yo también, reventando sin más, pensando sin más en los que dejaron de pensar, vaya epidemia, cuanto sin más....todos sin distinción arrebujados.

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