Más o menos todos sabemos que la velocidad de la luz es de unos 300.000 kilómetros por segundo, pero… ¿cuál es la velocidad de la oscuridad? Según cómo lo mires –nunca mejor dicho– la velocidad de una sombra podría ser, o al menos parecer, más rápida que la de la propia luz: bastaría mover un dedo delante de una lámpara para «mover» la sombra a una velocidad cada vez mayor cuanto más lejos se proyecte.
Michael de Vsauce explica cómo funciona este curioso fenómeno de luces y sombra que tiene que ver con la geometría, con la forma en la que se genera una sombra –que en realidad no es un objeto físico, sino la ausencia de algo físico– y otros detalles. Nos plantea el famoso experimento de las tijeras superlumínicas que los que unas tijeras gigantes podrían en teoría moverse más rápido que la luz si tuvieran el tamaño suficiente – algo que contradice algunas de las leyes físicas que conocemos.
También da un dato interesante: seis grados de arco. Ese es el ángulo más alto sobre el horizonte en el mientras el Sol está poniéndose –o saliendo– se considera que estamos «técnicamente» en la zona de crepúsculo.
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