El año 1258 fue un año terrible en casi todo el mundo. Hubo un invierno muy frío y no hubo verano. Las cosechas fueron muy malas y hubo hambre y enfermedades.
Desde hace bastante tiempo se sospechaba que el culpable de este desastre había sido una gran erupción volcánica, tan poderosa que lanzó polvo y cenizas a más de 40 km de altura y de allí se extendieron por todo el mundo. Ese polvo estuvo en suspensión durante muchos meses y reflejó hacia el espacio exterior parte de la luz proveniente del Sol, enfriando la Tierra.
Ha habido muchos candidatos para el posible volcán que originó el desastre, incluyendo algunos en México, Ecuador y Nueva Zelanda. Pero siempre fallaba algo, o las fechas de sus erupciones no coincidían, o las expulsiones de material no eran suficientes, etc.
En un reciente artículo publicado en PNAS (Procedings of the National Academy of Sciences) F. Lavigne y colaboradores creen haber encontrado al culpable: el volcán Rinjani, en la isla de Lombok, Indonesia. Las fechas por Carbono-14 de los restos carbonizados sitúan una gran explosión a mediados del siglo XIII. Además, en núcleos de hielo sacados en la Antártica y en el Ártico, coincidiendo con finales del año 1257, hay restos de polvo con la misma composición química que la del volcán.
Se lanzaron a la atmósfera una enorme cantidad de sulfatos que se consideran los mayores culpables del oscurecimiento del Sol. Se estima que fueron expulsados más de 40 km³ de lavas y cenizas. Piensen en esta cifra: es aproximadamente un cubo de tres kilómetros y medio de lado.
Esta enorme cantidad de materia expulsada del interior de la Tierra hace que se trate de una de las mayores erupciones volcánicas de los últimos 12 000 años. Es comparable con la erupción del volcán Tambora –1815– también en indonesia. En Indonesia también hubo otras explosiones volcánicas menos grandes pero quizá más famosas como por ejemplo la del Krakatoa –1883–. El Rinjani es un volcán activo que se eleva a 3 726 metros de altura, lo que le convierte en el segundo más alto de Indonesia. La caldera del volcán es ovalada y mide 6 km en el eje menor y 8,5 km en el mayor, tiene fuentes termales y está rellena parcialmente con un lago que se llama «Segara Anak: Hijo del Mar». El lago está aproximadamente a 2 000 metros de altura y tiene una profundidad de unos doscientos metros.
Que la explosión de un volcán produzca frío, hambre y enfermedades a miles de kilómetros me hace pensar en lo frágiles que somos.
Y de ser cierto esto, no somos nada, que opinan lectores.
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