Así pues, se olmo unidad universal y unicidad concreta . Percibir , reconocer y comprender estos dos aspectos de nuestro ser forma parte del desarrollo espiritual PROVITAL; olvidar, denigrar o infravalorar alguno de ellos da lugar al error de la conciencia espiritual. Así, por ejemplo, permanecer en la inconsciencia sobre el hecho de que somos unidad universal conduce a la separación espiritual. Así surge el Ego, es decir, la visión del mundo en la que la existencia concreta, lo que habitualmente llamamos Yo, se ciega creyendo ser el centro y la fuente;en esta visión, un Yo está esencialmente separado y aislado de los demás Jos y del mundo. De esta manera, difícilmente se puede evitar incurrir en los vicios de la injusticia, la vanidad, el egoísmo, la insolidaridad, etc. Por otro lado, olvidar o menospreciar la sacralidad de que somos unicidad, es decir, que somos personas concretas con una historia concreta, una personalidad única, etc. lleva a rehuir la necesidad elemental del ser de desplegarse en lo concreto. Esto ocurre cuando, en el marco de ciertas corrientes espirituales, se asocian los atributos concretos de las personas con la parte negativa, irrelevante o in-espiritual de ellas y, en concordancia, se exhorta a minimizar esta parte; una exhortación que, en la medida en que se adopta seria y rigurosamente, conduce hacia la banalización de la idiosincrasia y la anulación de la personalidad.
Parece que estos dos errores de la conciencia espiritual pueden estar conectados, en términos éticos y políticos, con el individualismo y el colectivismo, entendidos como el protagonismo exclusivo de alguno de estos dos polos, por lo que no hay una integración positiva de lo social y lo personal, es decir, la colectividad no parte del florecimiento de la individualidad y la individualidad del florecimiento de la colectividad. Esto desvitalizado tanto la una como la otra. Para una verdadera vitalización de ambos, para una máxima realización de la autonomía, la cooperación, la comunión, el amor y la verdad, hay que tener presente que nuestra existencia, en términos espirituales, es universal y única.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario