Hay comportamientos que solo le permitimos a la familia, llamadas por cosas irrelevantes, esos besos de la tía abuela que te dejan la mejilla con baba y al primo que nadie soporta, pero igual es invitado a los reuniones. Todo sea por la familia... Si eres una persona que valora mucho a la familia, vas a tener que empezar a valorar un poco más a toda la humanidad, ya que investigaciones en base a nuestro ADN demostraron que, de una forma u otra, todas las personas estamos emparentadas. Veamos de qué se trata.
La humanidad: una gran familia
Entre países, razas, creencias, tradiciones y demás, tenemos tantas diferencias que a pocos se le ocurre pensar que todos tenemos ancestros en común. Las personas estamos emparentadas, pero en un grado bastante lejano.
Este descubrimiento, del cuál ya se hablaba desde hace tiempo aunque sin pruebas, tuvo lugar gracias al mapeo completo del genoma humano y al análisis de muestras de ADN de personas de todo el mundo. Así se buscó llegar al ancestro común más reciente, es decir con el que todos compartían algo, por más mínimo e insignificante que sea.
Esa persona sería la que dejó descendencia en la Tierra, por tanto, las generaciones que le siguieron estaban siempre emparentadas entre si, aunque cada vez en menor grado. Lo difícil es ponerse de acuerdo acerca de cuándo vivió ese ancestro común más reciente, habiendo teorías que dicen que habitó la Tierra hace 3 millones de años.
Una teoría más actual, dice que este antepasado, el último en compartir lineas genéticas con todos, vivió hace 2 o 3 milenios. Si consideramos la edad de la Tierra, es casi nada. Eso si, los lazos con este ancestro común más reciente, llegaría solo a parte de la población, ello producto de la inmigración que puede haber llevado sus genes entre continentes.
La ciencia todavía no se pone de acuerdo en una fecha, pero gracias a los avances en genética que se dan cada día, quizá pronto tengamos una respuesta definitiva.
Este descubrimiento, del cuál ya se hablaba desde hace tiempo aunque sin pruebas, tuvo lugar gracias al mapeo completo del genoma humano y al análisis de muestras de ADN de personas de todo el mundo. Así se buscó llegar al ancestro común más reciente, es decir con el que todos compartían algo, por más mínimo e insignificante que sea.
Esa persona sería la que dejó descendencia en la Tierra, por tanto, las generaciones que le siguieron estaban siempre emparentadas entre si, aunque cada vez en menor grado. Lo difícil es ponerse de acuerdo acerca de cuándo vivió ese ancestro común más reciente, habiendo teorías que dicen que habitó la Tierra hace 3 millones de años.
Una teoría más actual, dice que este antepasado, el último en compartir lineas genéticas con todos, vivió hace 2 o 3 milenios. Si consideramos la edad de la Tierra, es casi nada. Eso si, los lazos con este ancestro común más reciente, llegaría solo a parte de la población, ello producto de la inmigración que puede haber llevado sus genes entre continentes.
La ciencia todavía no se pone de acuerdo en una fecha, pero gracias a los avances en genética que se dan cada día, quizá pronto tengamos una respuesta definitiva.
¿Qué tan emparentados estamos con desconocidos?
Antes del boom de la genética ya existía la teoría de que todos los humanos tenemos algo en común y para ello se utilizaban los arboles genealógicos que personas revisaban para llegar a un antepasado común, por más lejano que fuera.
En quienes se puede notar más el parentesco es entre las familias reales europeas, ya que distintas "casas reales" se unían entre si por temas estratégicos y, lo mismo seguía ocurriendo entre sus descendientes. La hoy alicaída nobleza del viejo continente, está emparentada entre si casi en un 100%.
Para los plebeyos existe la formula de los 6 grados de separación, que dice que dos personas que no se conocen encontrarán algún ancestro común yendo entre un máximo de cinco familiares o desconocidos para dar con esa persona que, al menos genéticamente, los une.
En quienes se puede notar más el parentesco es entre las familias reales europeas, ya que distintas "casas reales" se unían entre si por temas estratégicos y, lo mismo seguía ocurriendo entre sus descendientes. La hoy alicaída nobleza del viejo continente, está emparentada entre si casi en un 100%.
Para los plebeyos existe la formula de los 6 grados de separación, que dice que dos personas que no se conocen encontrarán algún ancestro común yendo entre un máximo de cinco familiares o desconocidos para dar con esa persona que, al menos genéticamente, los une.
Ver también: ¿Qué dice la teoría de los seis grados de separación?
Veo difícil que eso se de en todo el mundo, pero en un país o raza, para comprobarlo.
Te invitamos a realizar este experimento. Elige a cualquier persona y moviéndose entre ambos arboles genealógicos, encontrarán un pariente en común en un máximo de cinco generaciones hacia atrás. En los comentarios nos cuentas cómo te fue.
Veo difícil que eso se de en todo el mundo, pero en un país o raza, para comprobarlo.
Te invitamos a realizar este experimento. Elige a cualquier persona y moviéndose entre ambos arboles genealógicos, encontrarán un pariente en común en un máximo de cinco generaciones hacia atrás. En los comentarios nos cuentas cómo te fue.
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