Recientes acontecimientos nacionales e internacionales han obligado a las centrales de riesgo a reportar que próximamente podría generarse una crisis mundial de amigos debido al incremento de la compra-venta de amistad en el mundo. Los especialistas advierten que la demanda de acciones de amistad por conveniencia se incrementó en más de 200% en el último año. En tanto, los valores de amistades verdaderas disminuyeron significativamente hasta en más de 80%.
El indicador Amistad es uno de los más importantes del mundo pues permite medir cómo marchan las relaciones interpersonales, de modo que se puedan prevenir conflictos sociales y guerras.
Los que más sufren la caída de las acciones de amistades verdaderas son los grandes magnates, famosos artistas, empresarios, presidentes, políticos y sus respectivos hijos. Hay casos en que apelan a mecanismos desesperados para poder acceder a nuevas amistades.
Algunos llegan al extremo de crear programas de televisión o realities shows para hallar nuevos amigos. Otros realizan fiestas fastuosas para mantener el "cariño" de sus compañeros y les entregan costosos regalos.
Estos personajes tienen millones de seguidores a los que enseñan que la amistad es como un celular último modelo que se puede comprar a la vuelta de la esquina siempre que el amigo o la amiga elegida reúna determinadas condiciones materiales para ser aceptado. Así, las acciones de amistad por conveniencia se incrementan en colegios, universidades y centros laborales del mundo y el Perú no es la excepción.
En los colegios, algunos líderes de grupos determinan lo que denominan "estilo" y definen quién entra y quién sale. Los que tienen el último juguete tecnológico serán bienvenidos y mucho más si están dispuestos a obedecer sus órdenes. En los institutos y universidades ocurre algo similar, todos tienen que estar vestidos con ropa de "marca" e ir a los lugares "fashion", de lo contrario simplemente estarán out.
Y así están los que torturan a sus padres con tal de conseguir lo que creen "necesitar" para lograr ser admitidos por los famosos "amigos".
En los centros laborales es igual. Hombres y mujeres se fijan en cuán "producidos" están, revisan el cabello, la ropa, el peso, los zapatos, la marca, la portátil, el auto. Ellos evaluarán si el candidato a amigo o amiga tiene un buen cargo o puesto, o si cuenta con licenciatura, diplomado o maestría. Y si no reúnen las condiciones, simplemente ¡no existen!
Lo que parecen olvidar es que si bien hoy pueden tener algo material para disfrazar su real identidad o cubrir sus mayores debilidades para ganar amigos, mañana todo eso podría desaparecer por cualquier tipo de circunstancia.
Cuando eso ocurra, quizá entonces se den cuenta que los que apostaron por la amistad verdadera y sin condiciones son los que realmente siempre estuvieron in, porque son auténticos, visten su propio estilo, crean sus propias alternativas de vida e inventan su propio mundo feliz.
Y todo esto es reforzado por spots comerciales y programas de TV que alientan a la compra de amistad por conveniencia, cuya cotización en el mercado es cada vez más volátil.
Afortunadamente, aún hay un gran porcentaje que prefiere mantener sus acciones de amistad sincera, de ese afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato, como bien lo dice la Real Academia de la Lengua.
Porque la amistad permite desnudar el alma ante aquellos con quienes podemos caminar, charlar, reír, llorar sin importar lo que llevemos puesto encima. Y eso no tiene precio.
Confío en que aquellos que tienen millones de acciones de amistad verdadera ayudarán a evitar la crisis mundial de amigos compartiéndolas con las nuevas generaciones. Quizá así habrá menos conflictos, menos guerras y habrá más niños y niñas sonriendo en las calles.
Y aquellos que crean no tener un solo amigo en este mundo, recordemos que para iniciar una amistad solo hace falta sonreír, mirar a los ojos con total y absoluta transparencia y conversar sin juzgar, simplemente dejándonos llevar y sobre todo confiar. Si nos defraudan, no importa, pues nos quedará la satisfacción de haber dado lo mejor de nosotros sin esperar nada a cambio... ¡Que tengan una semana 100% feliz!
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