Solo a un artista se le puede ocurrir verter diferentes psicotrópicos, alucinógenos y demás estupefacientes naturales o sintéticos en un negativo fotográfico e imprimir el resultado. Y a la alemana Sarah Schönfeld, le pudo salir bien. Lo que se ve a continuación es exactamente eso: drogas impresas en papel fotográfico.
Cocaína
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