Internet es y ha sido muchas cosas. Y se ha debatido también entre infinitas posibilidades para su futuro.
Se ha visualizado como una red semántica (conectando gente e información con palabras), como una red de cosas (internet en tu refrigerador o en tu auto) y ahora como la internet de las cosas vivas.
Bienvenidos al inicio de un nuevo futuro en el que se hackea a la naturaleza para hacerla más social.
Vint Cerf, uno de los padres de internet dijo: "Hace 40 años escribimos el programa de internet. Hace 30 años lo encendimos. Creíamos que estábamos construyendo un sistema para conectar computadoras, pero pronto aprendimos que era un sistema para conectar personas".
Y desde entonces la red ha crecido así, gracias a las personas. Fue originalmente concebida como una solución extrema en caso de una guerra mundial que permitiría que las comunicaciones fluyeran aun cuando otros sistemas estuvieran caídos.
Pero se transformó en directorios, buscadores, sitios de comercio electrónico, educación virtual, noticias y redes sociales gracias a sus usuarios.
Y hoy esas personas están transfiriendo internet a la naturaleza para que en un futuro no muy lejano diferentes especies se puedan comunicar entre sí, sin importar si se trata de delfines, zorros, ballenas, gatos o perros.
Internet funciona bajo el mismo principio: la inter-conexión de distintos dispositivos sin importar su color o tamaño, país de procedencia, sistema operativo, lenguaje o patrón de conducta. Sin importar sus diferencias, todos los dispositivos se conectan a la red de redes.
¿Por qué tendría que ser diferente con los organismos vivos? Todos tenemos las mismas necesidades, el mismo código de programación. Comemos, nos reproducimos y nos comunicamos. Encontrar un lenguaje común que todos podamos hablar no es una idea tan descabellada. Después de todo si las computadoras lo hicieron, ¿por qué los seres vivos no podríamos?
Vint Cerf, Diana Reiss (psicóloga cognitiva), Peter Gabriel y Neil Gershenfeld de MIT están comenzando clicun experimento para tratar de incorporar la parte no humana del planeta a internet, a fin de comunicarnos sin importar nuestra especie.
Algo, además, estamos aprendiendo de la naturaleza y su tecnología.
La biología, por ejemplo, podría ser la madre de la informática. En las entrañas de su naturaleza es posible encontrar el código más complejo, el lenguaje de programación más abundante.
Los seres vivos tenemos ADN y la información genética de cada uno es una pieza de código que puede dejar sorprendido a más de un incrédulo.
Parece que, después de todo, la naturaleza también cuenta con su propia red y con protocolos que le permiten comunicarse entre evoluciones y generaciones.
Andrew Hessel es un especialista en genética que ha dado varias charlas sobre el poder tecnológico de la biología. Pueden ver clicuna de ellas aquí.
Hessel cree que en menos de una década los humanos seremos capaces de reproducir más y más genes sintéticos que permitan que el desarrollo de la humanidad no tenga límites.
"El ser humano es el único organismo vivo que se separa de la naturaleza, que no puede vivir solo en ella, pero que puede diseñarla", ha dicho.
La naturaleza cambia constantemente, se adapta, se hackea para probar nuevas especies y los seres humanos podemos aprender de ella.
La internet de las cosas vivas ya existe y nos rodea. Es una red de redes compuesta de diminutos organismos, llámense células o bacterias y viven en diferentes especies, de distintos tamaños.
La internet de las computadoras también está creciendo. Al terminar 2012 había 8.700 millones de dispositivos conectados a internet, más que seres humanos en el planeta. Cisco cree que la cifra llegará a 15.000 millones para 2015, el doble de los seres humanos.
En la Tierra se calcula hay casi 9 millones de especies, cerca de 5.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 (un 5 y 30 ceros) organismos vivos. Si logramos comunicarnos entre especies, la cantidad de 'dispositivos' conectados a la red será realmente infinita.
Esto apenas comienza.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario