El heterogéneo entramado de elementos como asfalto, tráfico, semáforos, vehículos o peatones que podemos encontrar en muchas ciudades, hacen que a menudo se hable de jungla urbana para referirnos a este peculiar ecosistema. Pero lo que ocurre en la calle Gonzalo de Carvalho de la ciudad brasileña de Porto Alegre va más allá del sentido figurado. Esta vía, que descubrimos en una anotación del blog «Eco cosas», alberga un auténtico bosque en su interior.
Conocida como la calle más hermosa del mundo, a ambos lados de la rua Gonçalo de Carvalho se alinean más de un centenar de ejemplares de tipuana, un árbol típico de las avenidas de Sudamérica, que forman una especie de túnel vegetal a lo largo de tres manzanas.
En 2005, los promotores de un proyecto urbanístico obtuvieron el permiso de la autoridad municipal para talar un gran número de estos árboles, que les impedían construir un estacionamiento subterráneo. Los vecinos de la tranquila y sombría calle decidieron luchar para evitar la desaparición de estas plantas que habían sido plantada más de 70 años atrás.
Los residentes crearon la organización comunitaria «Amigos da Rua Gonçalo de Carvalho» y después de varios meses de intensa lucha, contra todo pronóstico, consiguieron parar la construcción del aparcamiento.
Su lucha, sin embargo, no acabó ahí. Su presión sirvió para conseguir que la vía fuese protegida y que recientemente haya sido declarada lugar de Herencia Ecológica, Cultural y Ambiental.
Esta calle, además de enseñar que es posible tener un trozo de naturaleza dentro de la ciudad, nos demuestra que cuando los ciudadanos trabajan unidos pueden alcanzar sus objetivos.
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