Neurotransmisores en crisis

La presión actual y el estrés excesivo que vivimos -y que de hecho se incrementará ante la crisis económica anunciada-- siempre terminan afectándonos el ánimo y cuando esto ocurre son los neurotransmisores -que trabajan en nuestro cuerpo-- los que más sufren y serán ellos los que, tarde o temprano, acabarán por pasarnos la factura, al extremo de paralizarnos o li-qui-dar-nos. Los neurotransmisores son diversos tipos de sustancias químicas que se encargan de interconectar nuestras neuronas y activar el sistema nervioso que, a su vez, ejerce influencia sobre todos nuestros órganos.  El exceso o déficit de estas sustancias generan desarreglos y crisis en el organismo que pueden ser mortales. 

Por ejemplo, el exceso de estrés puede provocar que disminuya la serotonina, un neurotransmisor íntimamente relacionado con la emoción y el estado de ánimo. El bajo nivel de serotonina hace que las personas se depriman, que no puedan controlar sus emociones, presenten desorden obsesivo-compulsivo. Provoca que la persona aumente su apetito por los carbohidratos, por lo que genera obesidad y  problemas de sueño.  

Otro neurotransmisor que debemos cuidar como oro, es la acetilcolina, cuyo buen funcionamiento es importante porque guarda relación con nuestra capacidad de memoria. Cabe anotar, que las personas que sufren de Alzheimer son las que han perdido casi  90% de acetilcolina.  Esta sustancia además es responsable de la estimulación de los músculos, como el sistema gastro-intestinal y participa en la programación del sueño REM. 

Por su parte, la norepinefrina (o noradrenalina) es otro neurotransmisor que está asociado a la puesta en alerta máxima de nuestro sistema nervioso cuando las glándulas adrenales la liberan. No obstante, el exceso de estrés tiende a agotar la adrenalina, mientras que el ejercicio físico puede ayudar a incrementarla. 

Como ven, la variación del nivel de estas sustancias en nuestro cuerpo nos puede generar problemas tanto físicos, como anímicos y mentales, razón por la cual además de afectar nuestro funcionamiento podría complicar nuestras relaciones interpersonales con la pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo, entre otros. 

Hasta hoy no había sido muy consciente del cuidado de mis neurotransmisores. Pero ahora entiendo que así como uno necesita ir al dentista o al médico general, debemos estar alertas sobre el estado de esas sustancias en nuestro cuerpo y acudir a los expertos tantas veces sea necesario.  

Para eso existen los neurólogos, psicólogos, psicoterapeutas, psiquiatras entre otros.  Y si alguien tiene vergüenza por temor al qué dirán, están en un total error, porque se puede vivir sin muelas pero sin neurotransmisores jamás, porque sin ellos nos podemos morir.  Está probado, por ejemplo, que la poca cantidad de serotonina en el cuerpo es causante de suicidios por depresión en el mundo. 

Para equilibrar el nivel de neurotransmisores, hay especialistas que recomiendan comer mucha fruta, hacer ejercicios físicos y de respiración, así como tomar agua o bebidas con electrolitos, mate de coca, leche antes de acostarse, pastillas, etc. No obstante, cada cuerpo es diferente; dependerá de la personalidad, del estado mental y físico de cada uno y en función a ello, los especialistas determinarán cuál será el mejor tratamiento.  

Con los neurotransmisores es mejor no jugar y es preferible hacernos un buen examen para conocer el diagnóstico real.  Recordemos que son imprescindibles para mantenernos felizmente conectados, pero estarán siempre en peligro de extinción si no aprendemos a cuidarlos.  

Y si llevas varios años sin chequearlos quizá este sea un buen momento para hacerlo, antes que llega la crisis y el monto de la factura sea tan alto que no haya forma de remediarlo.   Hasta un nuevo post y que tengas una semana ¡100% feliz!






felizmente conectados


















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